2.- Quiero caminar por la plaza, escuchar los techos de hojalata.
Mi pueblo, donde el último color de la memoria se confunde con una rama seca, y el espacio feliz de cuatro calles hace de la vida un eterno café.
3.- Encuéntrame en tus ojos
azules de tanto mar
de tanto cielo y ausencia
en este pueblo de follaje frondoso
donde el viento pega a brandy
cercenando el rostro con la punta
de ciertas hojas secas.
4.- Por eso, en mi pueblo existen bicicletas
sin olvido
con poemas
sudorosas
y de carne y hueso.
5.- Mi pueblo donde vives
en un patio embestido por guayabas.
Tal como soy,
restriego algún
recuerdo
escondido en un rincón verde y camuflado.
No me pidas que te encuentre.
Subiré a aquel árbol empinado que mira desde aquí
para que me lleve a la orilla,
muy cerca de tus pies.
6.- Cada noche
tenebrosa de mi pueblo
una mujer montada en una escoba
sale a asustar a la gente
y por eso
en mi pueblo los gatos
se esconden a las seis
y las personas
no pasan por la plaza
luego de las diez.
En algunas esquinas de mi pueblo
hombres gastados por lamentos
se encuentran de frente con las agujas del reloj
y la arena de los días
baña la penumbra de algunas noches frescas.
Los viejos generosos de mi pueblo
tocan la flauta
para llamar a los santos
y usan pañuelos blanquecinos
reliquias arrugadas de bolsillo.
Todas las calles de mi pueblo se parecen a la Luna
por esos inmensos agujeros
con gestos de mar
y todas las calles de mi pueblo
cuentan las historias
que ya no se cuentan
en los porches de las casas.
5/08/2011
Sfumatto
hice un nido para guardarme de la lluvia
y parí un cristal verde muy brillante
para alumbrarme la noche
y dejé migajas alrededor del tronco
donde algunas imágenes, aladas como pájaros,
restregaban sus culpas en medio de la gente.
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1 comentario:
Saludos, pues.
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