8/03/2011

Azar

Mira que los días son un punto de fuga.
Abro un libro, la página 96, y ahí está el azar
que sabe hacer tan bien las cosas.
La Maga, la Maga y él tejiendo rutas, veredas, destinos que se hallan
en el centro de ambos, al filo de una sola voz.
Whisky en las rocas.
Cerveza helada.
Gin Tonic, dos cubos de hielo.
Pongo un disco de Laurindo Almeida, un dúo, a decir verdad, con Stan Getz.
El azar, sí, hace del jazz música y magia. Música y magia y posibilidades.
Jazz, invención, búsqueda, pero sobre todo hallazgo. Eso es.
Sigo el recorrido. Voy. Olfateo. Descubro. Entonces paso la vista a "Nadja", de Bretón. Aquí está, aquí la observo y me mira y la tomo del cuarto estante de mi biblioteca. Esa es una Rayuelita, el germen, quizás un primer golpe de intuición. Bretón guiñandole un ojo a Julio, Julio saludando desde su Gitane encendido que aprisiona feliz entre el medio y el índice.
Un cuento de Moravia, sumo y sigo, que habla de amores y de amantes a la luz de la tarde en que se encuentran sin brújulas ni barómetros o mapas.
Luego Youtube y miren, miren, miren cómo el círculo se cierra y otra vez el azar, ese señor que nunca se atreve a jugar con nosotros a los dados, termina en Rayuela, en Julio, en Cortázar. Termina poniendo punto final a estas letras:

http://youtu.be/BFBS7--YAfk



No hay comentarios.: