
me atrevo a soñarte
sí
desde mi vigilia
a plena luz
a mediodía
te sueño además
en las noches
con los grillos
con las amapolas y luciérganas
agitando
sus cuerpos de fuego
alrededor de ciertas madrugadas.
Sueño que te sueño
sueño que me sueñas
al Sol
o boca arriba
frente a esa Luna
entre cometas
y luceros
entre asteroides
y Vía Láctea
mientras doy vueltas
sobre los anillos de Saturno
a un paso de Andrómeda
a un respiro
de la constelación de alguna Venus desvestida.
Te sueño
te pienso
hasta que despertar
es la cara oculta
del planeta en que me encuentro.
2 comentarios:
Atreverse a soñar es asumir el riesgo de la magia, de lo maravilloso, de ese mundo donde se tocan las almas. Leerte hacer crepitar la piel.
Un beso.
Soñar es eso y es más. Cerrar los ojos, o abrirlos, qué más da, y aún así ser abrasado.
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