
Cuando era muchacho
tuve una novia veinte años mayor
y al preguntarle cierta vez por qué
por qué se fijó en mí
respondió que yo era cuchi
que era muy inteligente
que parecía gatito arrellanado en el sofá.
Entonces fui mascota
animal de compañía
presa de circo
cuadro en la pared.
Dije adiós
dije hasta nunca, señora
y es que nada mejor que ser humano
sencillamente humano
perdidamente humano.
1 comentario:
Qué osadía la de esta Señora!! jum... Menos mal que se dio cuenta a tiempo! :)
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