2/27/2012

Retrato de un hombre y sus pequeños




Al mirarme
cuando mis dos gatos traviesos
se toman la molestia de apenas mirarme,
el corazón me canta como una rana
y me revuelca.

2 comentarios:

Alana Márquez Reverand dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alana Márquez Reverand dijo...

Ése es el efecto que tienen los hijos en nosotros. Bendiciones!