2/28/2012

Identidad



El otro día hablé con un francés, tan galo como cualquier otro. Soy francés, dijo, de Marsella. Con los alemanes pasa lo mismo, responden que son alemanes con idéntica fuerza persuasiva. Y es que el poder de autoconvicción es tan fuerte como extraño: franceses, alemanes, hondureños o venezolanos, cada uno está seguro de su cuadriculada pertenencia colectiva, de su nomenclatura que lo afilia al grupo, de la manada gregaria a la que se debe, y si brinca un ápice de duda aquí tiene el pasaporte, que en asuntos como éste suele ser el golpe encima de la mesa.
Eso de la identidad cubre los milímetros cuadrados que sirven de andamiaje para andarnos por ahí. Mientras alguien jura que es del Magallanes, porque Magallanes es Magallanes y se le metió hasta en los poros, el Caracas hace de las suyas: más de un fanático de los Leones da razones, vibra, siente el rugido de su equipo como un eco de lo que nos une, esa especie de linfa común tan presente en sociedades primitivas.
Adecos, justicieros, copeyanos, causaerristas. Cada quien toma el arma arrojadiza de lo que cree ser y dispara al blanco sin descanso, hasta que termina por admitir una de dos: o falla cuando apunta porque las dianas se mueven, o yerra porque es de humanos verse inmiscuido en tales cuitas. Entonces ahí va quedando otro tanto, es decir, son multitud quienes acaban convencidos de pertenecer sin duda alguna al Homo sapiens sapiens. Y así.
La seguridad da saltos de conejo en el horizonte imaginario de la gente. Sé que puedo estar equivocado, pero sostengo el mundo que llevo en la cabeza con uñas, dientes y mordiscos. Venezolanos, caraquistas, adecos, humanos por los cuatro costados, el escenario de nuestra puesta en escena sirve para evidenciar el rostro inamovible de lo que suponemos nos define.
Ayer no más, en el supermercado, escuché a una conocida diciendo ser lo que no era: pintaba para sí, y se lo creía, una lista enorme de lindas cualidades. La pobre estaba convencida de una identidad fraguada a fuerza de la máxima de Goebbels: repite mil veces la mentira y será cierta. Pero la verdad es que al pararse uno ante el espejo, por lo general allá en el fondo donde crecen telarañas porque es una región a la que pocos gustan visitar, repican voces cuyas resonancias tintinean en ciertas cortezas cerebrales, voces cargadas de otras cosas, ecos de lo que probablemente vamos siendo, aunque casi siempre lo ignoremos.
Venezolanos, caraquistas, copeyanos, muy humanos, por fin, ¿qué es lo que somos? Basta aceptar respuestas generales, mandadas a hacer para tranquilizarnos. Pero en realidad, ¿qué queda de nosotros?, ¿qué de la epidermis para adentro? Cada quien suele plegarse a sus modelos, meterse en sacos que lo diluyen en el todo. ¿Quién se conoce a sí mismo?, ¿quién se mira en el espejo y dice, ese soy yo?

2/27/2012

Retrato de un hombre y sus pequeños




Al mirarme
cuando mis dos gatos traviesos
se toman la molestia de apenas mirarme,
el corazón me canta como una rana
y me revuelca.

La crisis del socialismo



En una conferencia intitulada "La crisis del socialismo" el profesor Jesús Huerta de Soto, especialista en Economía Política y catedrático de esta materia en la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid, España), explica por qué el socialismo constituye lo que él mismo ha denominado una "imposibilidad científica" y un "error intelectual", lo cual supone evidentemente su imposibilidad. Vale la pena escucharla y meterse de lleno en el debate. Dejo el enlace:

http://www.youtube.com/watch?v=qjSh4dxE3X8&feature=related

2/25/2012

Laberinto



La realidad no es una sino muchas y todas están conectadas. Túneles, vasos comunicantes, pasadizos secretos que descubres cuando menos lo esperas.
Tengo un amigo a quien le cuesta dormir porque está convencido de que puede despertar en otro sitio, en otro tiempo sin boleto de retorno. De hecho, jura que vive entre nosotros gracias a una pesadilla que lo arrojó a estas dimensiones, a estas calles, a este mundo que a diario transitamos. Cada quien con sus cosas. Yo mismo, acostumbrado a hacer la siesta luego del almuerzo, sueño con un rinoceronte y descubro después que ese animal de pocas pulgas es mi entrañable tía Santiaga. Llegó Freud y tendió el puente, construyó las tuberías, dejó entrever la conexión.
La otra vez me asomé por la ventana, en la oficina, y vi un paisaje que supuse el carbonífero. Cerré los ojos aterrado, los froté bastante, los abrí al rato con la seguridad de que había espantado esa ilusión, y ahí seguía la selva espesa, los helechos gigantescos, y esos árboles monumentales que aparecen tal cual en los libros de ciencias que leíamos en el colegio. Corrí, bajé las escaleras, llegué a la planta baja y salí afuera. La calle lucía tan congestionada como siempre, el semáforo en la esquina, la señora de las frutas junto al quiosco de periódicos, las bocinas, los anuncios comerciales. En fin.
Para no ir más lejos, cuando estoy en casa y voy de la habitación a la cocina o viceversa, tengo la impresión de que la máquina del tiempo existe. No es común que ocurran estas cosas, ya lo sé, pero me he convencido de que es cierto, de que entre el sosiego de mi cama y la nevera media una distancia intergaláctica y que ir y venir lleva años luz. Vaya usted a saber cómo y por qué.
Empecé este artículo a los cuarenta y dos. Dejo el lápiz sobre la mesa, o suspendo la escritura en el computador debido a que siento ganas de ir al baño. Ni recuerdo ya. Palidezco al verme en el espejo. Han pasado tres décadas. Soy anciano, bastante calvo, con problemas de la próstata. Entonces frunzo el ceño, me encojo de hombros y regreso al cuarto de trabajo. Me siento, me instalo otra vez en mis papeles, acabo por terminar lo que ahora lees.

2/23/2012

Entre los dos



Daniel: Papááááá, papááá
Yo: Dime, dime, cariño
D: ¿Qué te regalaron por San Valentín?
Y: Bueno, tú me diste montones de besos, ¿recuerdas?, y un abrazo gigantesco, como un dinosaurio
D: ¿Como un Brontosaurio?
Y: Como ése, como ése
D: ¿Y qué más?
Y: ¿Te parece poco? Con tu obsequio estuve todo el día feliz
D: ¿Te cuento un secreto?
Y: Claro, sí, quedará entre los dos
D: Yo los fabriqué
Y: ¿Los fabricaste?
D: Sí, el beso, y el abrazo, los hice con papel, tijera, colores marrón y azul y amarillo y verde y rosa, y usé tu bolígrafo para ponerles de Daniel para papá.
Y: Gracias mi amor, quedaron perfectos, absolutamente hermosos.
D: Ya lo sabía, ya lo sabía.

2/22/2012

Jean-François Revel



Jean-François Revel es uno de los filósofos políticos más inteligentes que he leído. Junto con Isaiah Berlin y Raymond Aron dejó un cúmulo tal de ideas y aproximaciones a Occidente que justifican con creces acercarse con lupa a sus textos.
"Cómo terminan las democracias" (Planeta,1983) es un libro apasionante que dice mucho, muchísimo, en función de las democracias occidentales y los diferentes totalitarismos, más allá de que culminó la Guerra Fría y el mundo ha cambiado notablemente.
"Mientras que el totalitarismo liquida todo enemigo interior o pulveriza todo principio de acción de su parte gracias a medios simples e infalibles por antidemocráticos, la democracia no puede defenderse más que con mucha suavidad. El enemigo interior de la democracia juega con ventaja, porque explota el derecho al desacuerdo inherente a la democracia misma". "La democracia es ese régimen paradójico que ofrece a quienes quieren abolirla la posibilidad única de prepararse a ello en la legalidad, en virtud de un derecho, e incluso de recibir a tal efecto el apoyo casi patente del enemigo exterior, sin que ello se considere una violación realmente grave del pacto social. La frontera es indecisa, la transición fácil entre el oponente leal, que utiliza una facultad prevista por las instituciones, y el adversario que viola esas mismas instituciones. El totalitarismo confunde al primero con el segundo, para así justificar el aplastamiento de toda oposición; la democracia confunde el segundo con el primero, por miedo a verse acusada de traicionar sus propios principios". "El objeto de este libro es describir con detalle esa implacable máquina de eliminar la democracia en que se ha convertido el mundo en que vivimos". (JFR).
Todo un alegato en favor de las libertades ciudadanas y una defensa apasionada de la democracia como el mejor, aunque imperfecto, sistema político de convivencia humana. Vale la pena leerlo.

Feeling



Cuando era muchacho
tuve una novia veinte años mayor
y al preguntarle cierta vez por qué
por qué se fijó en mí
respondió que yo era cuchi
que era muy inteligente
que parecía gatito arrellanado en el sofá.
Entonces fui mascota
animal de compañía
presa de circo
cuadro en la pared.
Dije adiós
dije hasta nunca, señora
y es que nada mejor que ser humano
sencillamente humano
perdidamente humano.

Mirada



I

Parado ahí
frente al espejo
ese que me observa
no soy yo.

II

Parado ahí
frente a tus ojos
me encuentro y reconozco.

2/17/2012

Un día



Yo no escribo como otros
pero sigo.
Yo no rasguño papeles como algunos
pero continúo.
No escribo fabuloso
mucho menos delicioso
pero insisto.
Lo que hago
lo que llevo al papel
esto que vomito desde el mongol o las teclas
vale tanto
como nada.
Un día
tal vez un día
encuentre cómo
me tope con
aprenda de
esos que según has dicho
son Borges redivivo
Cortázar vuelto a nacer
los non plus ultra del abecedario
y blablablá.
Quizás un día
probablemente un día.

Mandonna en tecnicolor



Eres madonna en tecnicolor
óleo de Van Gogh sobre tela
caminas a paso de pantera
y el mundo queda
allá abajo
a la distancia que te plazca.
Me interesa

me importa el movimiento
acompasado de tus caderas
caigo en estado catatónico
todas las veces que apareces
tu aroma abulta mi entrepierna
esparces con perversidad
hormonas a mil kilómetros a la redonda
y yo feliz
enteramente feliz porque no tengo escapatoria
eres madonna en tecnicolor
eres animal de presa
a tus pies
justo ahí
bajo tus pies
estoy y permanezco.

2/16/2012

Acaso



¿Puedo instalarme en tus pliegues?
¿Puedo llevar tu geografía en los bolsillos?

2/14/2012

Un clásico



1.- "A dónde van"... de Silvio Rodríguez. Melancolía hecha música.
La escuché por primera vez cuando era apenas un muchacho, un imberbe lleno de anhelos, ganas, deseos de hacer, sueños de tránsito vital. Cuando era aquello que de algún modo continúo siendo ahora.

http://www.youtube.com/watch?v=Gr50wh9m6xs

2.- "El reparador de sueños"...

http://www.youtube.com/watch?v=P-pL9wNWjjM&feature=related

3.- "Ángel para un final"...

http://www.youtube.com/watch?v=vf_oK9hgvAM&feature=related

4.- "Óleo de mujer con sombrero"...

http://www.youtube.com/watch?v=pgo71qR8nN8

5.- "Te conozco"...

http://www.youtube.com/watch?v=vrkQsGoShP8&feature=related


Disfrútenlas.

San Valentín



El amor como bastión, como asombro, como Santo Grial que sólo hallan quienes se encuentran poco a poco el uno al otro. No hay día, no hay fecha entre paréntesis. El amor todos los minutos o semanas donde cabe a su antojo la palabra siempre.

2/13/2012

Andar, sencillamente andar












Eso que yo amo por encima de todo: vagar con alguien a quien quiero, demorarme largamente delante de un vaso de vino, pensar, entrar en las librerías, mirar a la gente, saborear una taza de café mientras me echo en brazos de una página escrita, degustar las calles, encender un tabaco, deambular, caminar bajo la lluvia, dialogar, en son de jazz, con la ciudad, sentirme vivir sin apuro...

2/11/2012

Diosa



La belleza está ahí... para que ella la atraviese.

2/10/2012

En concierto...







A media luz



Quise un beso
busqué la marca de tus labios en el cigarrillo aplastado
en la orilla de esa copa que me guiña un ojo desde el montón de trastos sucios
sobre el lavaplatos.
Vi tu beso, entonces, que flotaba con la espuma del jabón
me di cuenta de tus labios acariciando el tenedor
la cucharilla del postre
el vaso a medio terminar en la penumbra que deambula por paredes, por recuerdos y sofás.
Luego perseguí un abrazo
y lo hallé colgado de mi saco azul.
Estaba ahí, tu abrazo en el armario observándome, midiéndome.
Lo cogí, lo puse alrededor de mi cuello
rodeaste mi pecho también
tu abrazo abrazándome en un silencio que gritaba
en medio de lenguas juguetonas
de saliva que va y viene.
Tu abrazo, tu beso lleno de gemidos,
tu beso culminando en bocados de nosotros.

2/09/2012

Espejito, espejito



La bruja de Blancanieves tenía un espejo que le dijo la verdad. Su furia no fue menos, pero al fin y al cabo al pararse frente a él vio el reflejo de sí misma y su fracaso, es decir, encontró ahí mismo un rostro carcomido, unos dientes amarillos, una realidad tal como era.
Chávez tiene un espejo que se refleja en el gordito que lo mira, es decir, echa para afuera lo que el señor quiere vislumbrar, no lo que es. Por eso vive en una nube, por eso el castillo encantado de Miraflores es el reino del embuste trocado en verdad nacional para un grupito de sinvergüenzas, de pobre gente -incluida intelectuales y demás rastrojos por el estilo- que extiende la vista más allá de sus narices en función de las monedas que tintinean desde el poder.
El espejo de Miraflores sirve para inventar cifras maquilladas, hace las veces de mago improvisado, es el pote de humo bueno para David Copperfield pero muy malo para estadistas que se respeten. Cuando Chávez lo interroga, cuando pretende contemplarse tal como es, el espejo de Miraflores cierra los ojos, aprieta el culo y se traga el reflejo del Presidente: muestra con exactitud apenas lo que éste añora ver. Es un objeto de lo más curioso, claro, y su mal descansa sobre el hecho simple de la supervivencia: así como tantos dicen lo que el ególatra sueña escuchar, así como un montón de aduladores arroja de los dientes para afuera arrullos de embustes para acariciar oídos poderosos, el espejito de Miraflores no reproduce lo que tiene enfrente sino que, dándole un puntapié a su naturaleza, según diría un filósofo, se complace ya no en reflejar, sólo en ser reflejo. De este modo no lo arrojan contra el suelo. Así, la mentira hace feliz a un narciso redomado.
Este país va de cabeza, una camarilla jura que se lo metió para siempre en los bolsillos. Seguimos siendo un circo: ya veremos cuánto dura la función.

Pensar la Ciudad









Presentación del libro "Pensar la Ciudad" (Fondo Editorial UNEG, 2011). Librería Latina, Orinokia Mall, Puerto Ordaz. Palabras a cargo de Eliécer Calzadilla.

2/08/2012

Pubis



Quiero ser
presidiario en un incendio
y morir atrapado en tus caderas

2/07/2012

Pensar la Ciudad



"El Grupo Librería Latina, en conjunto con la Secretaría Universitaria, el Fondo
Editorial UNEG y el Centro de Investigaciones y Estudios en Literatura y Artes (CIELA)
de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, se complacen en
invitarles a la presentación del libro "Pensar la Ciudad. Ciudad Guayana
en su cincuentenario", a realizarse en los espacios de la Librería Latina del Orinokia Mall, el día Jueves 09 de Febrero de 2012 a las 7:00 pm"

2/06/2012

De copas



Quiero beber
el líquido
que brota
abundante
de tus curvas

2/05/2012

Haikú



Jamás pude
escaparme de mí

Daniel, Cronos y yo



Daniel: ¡Papá, papá, papá...!
Yo: Dime, cariño
D: ¿Tú has viajado en el tiempo?
Y: Siempre
D: ¿Viajas adonde quieras?
Y: Sí, sí, todas las veces
D: ¿Cómo lo haces?
Y: Con la imaginación, voy a los lugares que deseo, voy y vengo, y es muy divertido
D: ¿La máquina del tiempo está en el cerebro?
Y: Exacto, así es
D: ¿En el cerebro tenemos metida una máquina del tiempo? Sí?
Y: Sí, sí, entre otras cosas
D: ¿Y el tiempo es como una cascada?
Y: Se parece mucho
D: Papi, ¿qué es el tiempo?
Y: Fíjate, es algo con lo que es posible jugar, pasarla bien, reirse un poco, envejecer
D: ¿El tiempo queda en nuestras cabezas?
Y: Parece que sí, creo que sí
D: ¿Hay un tiempo afuera y otro adentro del cerebro?
Y: A ver... algo así, me parece
D: ¿Y cuál es el verdadero?
Y: Supongo que los dos
D: Ah, ah, yo creo que tú no sabes nada.

2/03/2012

Ahí estás



Rasguñé a lápiz el papel
dibujé sobre la arena
imaginé rostros en sueños
y todos
absolutamente todos
coincidieron contigo

Cerebro de bingo



Marzo de 2007

Ciertas enfermedades llevan la ironía a cuestas, por ejemplo una llamada “cerebro de bingo”, cuyo rasgo sobresaliente es su origen: ludópatas y demás hierbas se intoxican con monóxido de carbono luego de una prolongada exposición a los gases concentrados en casinos y otros templos para el goce.
El síndrome del cerebro de bingo consiste en fuertes jaquecas, dolores de cabeza que golpean con fuerza a quienes de tanto templarle la oreja al mono sufren los estragos del ahogamiento en humo. Y yo me digo: hay que ver. Luego de tanto jaleo, los feligreses de esa religión que es el envite y azar caen víctimas de sus propias emanaciones.
Algo parecido ocurre más allá de los dados, la ruleta o el B sesenta y dos. Y es que de tanta complacencia, de tanto culto al héroe, de tanta sumisión y de la hipoteca intelectual que aceptó llevar a cabo una gruesa parte del oficialismo, hoy por hoy terminan asfixiando los efluvios de quienes no han hecho más que producirlos a fuerza de aplaudir toda ocurrencia del jefazo.
Las revoluciones cuecen a fuego lento los platos que terminarán en algún momento adornando sus mesas. Hay un canibalismo intrínseco, cierta salivación por la pieza que se resbala, que se aleja del verticalismo sine qua non. La línea maestra viene de arriba, es decir, del mandato del partidito en el poder -y si es único mejor-, que equivale a la iluminada dictadura de algún ídolo muy bien cebado.
A estas alturas Ismael García es condimento de un preparado que es para chuparse los dedos. Algo así como calamares en su tinta, pero a despecho de la gastronomía, que es un arte, se trata aquí de un adefesio que ya estaba cantado. De modo que el hombre está sintiendo los rigores típicos de todo proyecto totalitario que se respete. Lo que estos señores han procurado, el entramado de poder que con empeño digno de mejor causa elaboran desde hace ocho años va poco a poco gestando explosiones aquí y allá: justo donde haga falta corregir entuertos, barrer incomodidades o "producir consensos". Porque en revolución, hay que repetirlo hasta el cansancio, no es posible disentir. Perder el tiempo con minucias semejantes equivale a cederle terreno al enemigo, y el enemigo es quien la señale con el dedo, quien le encuentre máculas a su planchada vestimenta o quienes digan esta boca es mía.
El señor García sufre del síndrome en cuestión. Padece fuertemente de neuralgias causadas por ese cerebro de bingo revolucionario que es la falta de oxígeno, la falta de aire limpio en pulmones y neuronas debido a emanaciones no precisamente dadas a la democracia. Ismael García se sancocha en su sancocho, que es el socialismo del siglo XXI, porque sí y sin manual de instrucciones. Olvidó, el buen señor García, que en revolución vale todo, pero fuera de ella nada, o lo que es lo mismo: que basta sacar unos centímetros la cabeza por la ventana con el inocente fin de mirar otro horizonte y ¡zas!, te aplasta el bodrio que ayudaste a construir.
La lista de Tascón es un ejemplo espeluznante de para dónde iban los tiros, ejemplo cargado de traumas y perjuicios a terceros que no hizo fruncir ceños en los aliados del Ejecutivo. El discurso de Ramírez en PDVSA, intimidatorio, abusivo y criminal por todos los costados, forma parte del mismo constructo. Están ahí, al alcance de la mano, de la memoria, de quien desee ver más allá de sus narices. Fascismo mondo y lirondo. Este gobierno, excluyente como ningún otro en la historia de este pobre país, que elevó el clientelismo de carné, la explotación de la miseria y la sumisión al poderoso a alturas de vértigo, no engaña a nadie en el presente. Ni siquiera en el pasado. El que tenga ojos que vea.

Escuelas de burros



Febrero de 2002

Entre dulce de lechosa y sonrisitas nocturnas de felicidad, el Presidente anunció la buena nueva. No se sabe aún si el asunto tiene que ver con Aristóbulo, flamante Ministro de Educación, si ha sido éste el inventor de la novísima modalidad o fue otro el feliz propiciador.
Lo cierto es que la revoluciòn chavista (asì, con minúsculas) pensó incluso en el reino animal y supongo que se dispone, sin mayores esperas y a paso de vencedores, a concretar rápidamente lo que hasta ahora sólo es monserga dominical, es decir, a insuflarle existencia a las "escuelas de burros". Así como lo lee, con todo y sus letras. Sí, escuelas muy particulares que según el Presidente existen en varios lugares de la Mancha, en numerosos puntos de la cartografía universal, y sin que le tiemble el pulso instalará pronto en Venezuela, cosa de la que no dudo ni un instante, no faltaba más.
En una de sus últimas apariciones en cadena, la idea escolar se coló a través de nuestro emocionado informante, todo lo cual me produjo un impacto tan profundo como desconcertante. ¿Qué son tales recintos?, ¿de dónde sacó todo eso?, ¿con qué se come semejante cosa? ¿A qué se debe el disparate? En el mundo de la educación, que dicho sea de paso hoy por hoy anda tan derruido como siempre, cabe de todo. Y como la comparsita lo sabe, pues nada mejor que estimular el gran viraje y fortalecer con ahínco el complejo ámbito de la cultura, el esquivo plano de lo verdaderamente educativo. Una maravilla.
Claro, al fenómeno apoteósico de las escuelas bolivarianas hay que coronarlo con el summun del desarrollo intelectual, es decir, la puesta en marcha de otros centros de enseñanza, únicos en este vasto mundo, donde jumentos de todos los calibres puedan abrillantar sus facultades. Lo que no dejó muy explicado el señor Chàvez es si lo de burros constituye una metáfora u otro asunto literario por el estilo, en cualquier caso magnífica licencia que, como corresponde a su elevada condición de hombre letrado, utiliza para deleite de su rojiza audiencia.
No hay que engañarse: el pensum, de avanzada por supuesto, estará colmado de perlas para el rebuznante dispuesto a analizar y estudiar. Desde cómo lanzar ventosidades en público o cómo ejercer el más fino cinismo sin siquiera un rictus de vergüenza,al más puro estilo presidencial, pasando por un curso de lexicología en el que la palabra plasta sea la reina, y hasta la cátedra libre “Hugo Rafael Chávez Frías”. Todo dispuesto, todo listo para lanzarse a la conquista de una nueva manera de ser inteligente, todo perfecto para el salto, o sea, un espectáculo revolucionario que de funcionar como es debido será material de exportación. “De los gallineros verticales a las bestias bien pensantes”, dirán los titulares.
Habrá que ver a esos cuadrúpedos. Yo nada más espero la próxima cadena con la idea emocionante de que su inquilino dé a conocer la primera cohorte. ¿Qué burros la integrarán? ¿En qué lugar recibirán sus clases?. Miraflores, noten ustedes, no deja de estar en la mira, básicamente por aquello de que iba a convertirse en universidad. Viéndolo bien, hasta creo que la coherencia del Presidente es sólida como la roca. Resulta obvio: esa lejana mención que hiciera de Palacio como recinto sagrado para la reflexión tenía que ver con todo esto. Estoy más que seguro. Chávez, que suelta prenda pero a veces no tanto, sabía lo de los burros pero prefirió sorprendernos. Una alegría más, un regalito adicional para los venezolanos, asunto que es bueno agradecer.
Lo cierto es que esa escuela estará abarrotada. Supongo que un atajo de asnos dispondrá de seguros y merecidísimos cupos, pues no faltarán problemas de todo tipo a la hora de los inscritos y demás cuestiones por el estilo. Total, hay mucho pollino, digo yo, dispuesto a mejorar sus talentos en la academia del proceso. Invertir en educación es algo sabio, nadie lo discute. Burros de toga y birrete sacarán pecho y suspirarán de lo lindo ante el milagro escolar venezolano.
Burros ha habido desde siempre, no cabe duda. Sólo les faltaba escuela.