3/25/2012

Cierta vez te dije o me dijiste



Murió mi padre
un día como mañana.
26, marzo 26
sol en punto
schock en punto
no más sístoles ni diástoles
no más miradas cómplices
no más humo de pipas.
Faltaron cosas por hacer
Uff, cuánto faltó por hacer entre tú y yo
rúbricas al pie de otras sonrisas
matasellos de correos hacia Helsinki
quedó pendiente aquel diálogo en Toulouse
una baguette cerca de ambos
y tu brazo ahí, sobre mi hombro
como en los viejos tiempos.
Faltó el tabaco compartido en Tournefeuille
la hojarasca entre los pies
los olores a guayaba
el calor
el ocre metido entre ceja y ceja de un atardecer.
Tanta vida, demasiada vida explotando aquí o allá.
Guardo la memoria reinventada
y las pupilas llenas con el abecedario, con letras
que cierta vez te dije o me dijiste.
Te he dado un abrazo cada día
todos los siempres
que se me puedan ocurrir
para sacarle la lengua a la distancia
para darle un puntapié a la muerte y que no joda.
Eso es
no lo olvides
para darle un puntapié a la muerte y que no joda.

2 comentarios:

Alana Márquez Reverand dijo...

Simplemente sublime! Un abrazo!

roger vilain dijo...

Gracias Alana, qué bueno que te acerques por aquí. Mucho tiempo sin verte en la Universidad. Saludos y abrazo igual para ti.