5/08/2011

Sfumatto

1.- En un árbol tan viejo como yo

hice un nido para guardarme de la lluvia

y parí un cristal verde muy brillante

para alumbrarme la noche

y dejé migajas alrededor del tronco

donde algunas imágenes, aladas como pájaros,

restregaban sus culpas en medio de la gente.

2.- Quiero caminar por la plaza, escuchar los techos de hojalata.
Mi pueblo, donde el último color de la memoria se confunde con una rama seca, y el espacio feliz de cuatro calles hace de la vida un eterno café.

3.- Encuéntrame en tus ojos
azules de tanto mar
de tanto cielo y ausencia
en este pueblo de follaje frondoso
donde el viento pega a brandy
cercenando el rostro con la punta
de ciertas hojas secas.

4.- Por eso, en mi pueblo existen bicicletas
sin olvido
con poemas
sudorosas
y de carne y hueso.

5.- Mi pueblo donde vives
en un patio embestido por guayabas.
Tal como soy,
restriego algún
recuerdo
escondido en un rincón verde y camuflado.
No me pidas que te encuentre.
Subiré a aquel árbol empinado que mira desde aquí
para que me lleve a la orilla,
muy cerca de tus pies.

6.- Cada noche
tenebrosa de mi pueblo
una mujer montada en una escoba
sale a asustar a la gente
y por eso
en mi pueblo los gatos
se esconden a las seis
y las personas
no pasan por la plaza
luego de las diez.
En algunas esquinas de mi pueblo
hombres gastados por lamentos
se encuentran de frente con las agujas del reloj
y la arena de los días
baña la penumbra de algunas noches frescas.
Los viejos generosos de mi pueblo
tocan la flauta
para llamar a los santos
y usan pañuelos blanquecinos
reliquias arrugadas de bolsillo.
Todas las calles de mi pueblo se parecen a la Luna
por esos inmensos agujeros
con gestos de mar
y todas las calles de mi pueblo
cuentan las historias
que ya no se cuentan
en los porches de las casas.

1 comentario:

roger vilain dijo...

Saludos, pues.