5/10/2011

Tu cuerpo color rosa me escudriña de reojo.
Como un Cíclope o un mal tiempo mira de lejos y yo
gimo por una barra y una cerveza.
Luego acaricio esas piernas
terminando en la cueva de tu miel.
Invento la historia,
vivo lo absurdo de tus pasos.
Me asomo desde tu sexo y observo la ciudad dormida, borrachos que brindan
por no sé qué.
Despierto tranquilo.
El silencio resopla la última bocanada de la noche
y muerto de risa me señala con el dedo.

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