Hay gente que vive en su mundo y todos
bien. Conozco individuos cuyo día a día es un hueco lleno de aire,
insignificante, y mientras ni se entienden ni nadie los comprende calzan puntos
para llegar lejos con el flux de moda y la corbata a cuadros.
Los políticos, pongo por caso. ¿Conoce
usted gremio tan falto de significado? ¿Quién sospecha lo que encierran sus
entrañas? Yo pretendo escribir más de la cuenta, deseo a veces inventar algún
cuento medio interesante o sacarme de la manga cierto artículo poco
convencional, y de inmediato caigo en el fracaso, nadie me publica. Escribo un
verso con mucho potencial, “upsti corazón preato conti piernas labiocrom”, por
ejemplo, y al instante aparecen problemas con la editorial. Un político dice
cosas pero no dice nada, mueve la boca, lanza chillidos, ¿qué significan? Sin
embargo ganan elecciones, triunfan de lo
lindo, le hacen cosquillas a eso que se llama éxito. Es que somos raros.
-Upsti corazón preato conti piernas
labiocrom. ¿Qué diablos es esto?
- Un verso, un poema
- Felicidades, pero en la revista no saldrá
-¿Por qué no?
-Porque no significa nada
-¿No significa nada?
-Pues no
-Pues sí
-A ver, ¿qué significa?
-Eso, upsti corazón preato conti piernas
labiocrom
-¡Vete a la mierda!
Ni qué decir de un escultor. Hacen
cualquier cosa, un garabato sin imaginación, una bagatela con los materiales, y
mientras el significado rueda por las alcantarillas más y más atención acaparan.
Fin de mundo. A los pintores ni vale la pena mencionarlos, hay óleos que
significan mucho menos que mi poema y véalos, se escriben tomos para explicar
sus obras. Pero lo verdaderamente impresionante yace en la mirada, en los ojos
combinados con el ceño algo fruncido. Toda una técnica, vea usted. Hay gente
que se ubica en un café, en el púlpito del templo o ante un escritorio
cualquiera y sienta cátedra. El vacío, el gesto insondable, una mirada
filosófica, y jure que llegó el artista, preparen los sahumerios.
Somos de lo más extraños pero yo sigo en
mis trece. Aprendí a ser testarudo en la niñez. Upsti corazón preato conti
piernas labiocrom. A mucha honra.
3 comentarios:
De acuerdo. Pero aún así, uno prefiere a los artistas que a los políticos...
¿Por qué no aparecen al final de la entrada los botones para recomendar/compartir el artículo?
Hay varios, g+1, facebook, twitter... si eso sale automáticamente con la entrada (¿¡?)
Porque soy del Pleistoceno Antonlín... Un abrazo, gracias por leer.
¡ Buenas Tarde Profesor Roger !
bueno su Articulo, tal vez el hecho de que no le publiquen los articulos se deba aque hay personas que no les interesa que la "mayoria" despierte a la realidad.Son felices esperando que otro resuelva el problema y lo más triste es que esa "minoria" no le agrada que alguien haga pensar, razsonar a la mayoria. Osea Estimado Amigo, le es una ganancia tenerlos en la más sutil "ignorancia".
EXitos Profesor Roger. Saludos Dagoberto Guerrero
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